Edificios singulares en el Ensanche de Barcelona

A mediados del s. XIX, muchas ciudades españolas decidieron desprenderse de las viejas murallas medievales por la presión demográfica y con la pretensión de impulsar un urbanismo más racional. Uno de los casos más estudiados es el del Ensanche de Barcelona, convertido hoy en uno de los distritos con más edificios singulares.

El Ensanche de Barcelona fue proyectado por el Ayuntamiento de Barcelona en la década de 1850 pero la puesta en marcha del nuevo diseño urbanístico tendría que esperar hasta 1858, cuando se hubieron derribado las murallas de la ciudad. Ese año, el arquitecto Ildefonso Cerdà recibió el cometido después de un pequeño litigio entre el Gobierno Central y el Ayuntamiento barcelonés (que prefería al arquitecto Rovira i Trias).

Lo cierto es que, comparados con posterioridad ambos proyectos, la elección de Cerdà se resolvió acertada pese a la polémica suscitada por la posible intromisión del Gobierno de Isabel II.

Con todo, tampoco el plan de Cerdà sería completado en su totalidad. Por restricciones presupuestarias y para acabar cuanto antes las obras, el proyecto inicial se acortó (planteaba llegar hasta Montjuic). Sea como sea, el arquitecto se hizo cargo del diseño de una gran superficie articulada en torno a dos avenidas muy largas: la Diagonal y la Meridiana.

El Paseo de Gracia, que había sido rehabilitado como espacio peatonal ya en la década de 1820, se convirtió tras la culminación del Ensanche en una de las zonas más populares. De igual modo, el proyecto de Cerdà incluyó la creación de la Gran Vía de las Cortes Catalanas y de la Plaza de las Glorias Catalanas.

De sobra es conocido que en las décadas posteriores a la realización del Ensanche esta zona se convertiría en el escenario de algunas de las creaciones modernistas más importantes de España. Es especialmente célebre la huella de Antonio Gaudí, que se observa en edificios singulares tan notables como la Casa Batlló y la Casa Milà, ambas en el Paseo de Gracia. El arquitecto Josep Puig i Cadafalch también puso su granito de arena al diseñar las residencias de varios empresarios que se instalaron en este nuevo distrito.


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