A Coruña. Una propiedad con solera que garantiza el descanso

A lo largo y ancho de la geografía española no es difícil encontrar ciudades relativamente grandes de las que nunca hemos oído hablar pero que cautivan inmediatamente por alguna misteriosa razón. Oleiros encaja a la perfección en este relato y con ella lo hace también este apacible chalet prestigio situado en la zona con mayor solera del municipio.

Como cualquier finca en venta, esta propiedad presenta una serie de bondades propias que no admiten discusión. No obstante, tras conocer los detalles del complejo, conviene aproximarse un poco más a la historia local. De entrada, Oleiros es una localidad que aparece periódicamente en los medios de comunicación por distintos motivos que no viene al caso tratar. Con todo, los episodios más significativos del municipio coruñés están relacionados con el Castillo de Santa Cruz, la fortaleza más importante de cuantas se edificaron en la costa de Oleiros durante la Edad Moderna.

Levantado durante la primera mitad del s. XVI, el Castillo de Santa Cruz tenía como finalidad proteger la costa más cercana a la ciudad de La Coruña de eventuales ataques marinos, principalmente del corsario inglés Drake. La línea defensiva la completaba el Castillo de San Antón, algo menor en tamaño y situado originariamente en una pequeña isla. Desgraciadamente, la pericia del que sería honrado como Caballero del Imperio Británico llevaría a la flota inglesa a atracar al otro extremo de la ría, neutralizando así las defensas instaladas en Oleiros. En un error de cálculo, los cañones que remataban los castillos carecían del alcance suficiente como para inquietar a los atacantes.

La finca en venta que nos ocupa ha sido desde luego mejor diseñada que la defensa de la ría de A Coruña. Por ello, nos encontramos con un chalet prestigio dotado con todas las comodidades imaginables, como por ejemplo la sala de billar, caldera de agua que incluye placas solares, conexión Wi-Fi a Internet, jacuzzi y dos tipos de sauna entre otras instalaciones. El edificio principal cuenta con una superficie de más de 1.500 metros cuadrados, a los que cabe sumar otros 6.400 m² en el resto de la finca. Todo el recinto está permanentemente vigilado por 32 cámaras de seguridad.