El patrimonio y la herencia familiar en Catalunya.
El Hereu, una figura con mucha importancia en la configuración de las fincas catalanas
La dispar evolución de los diferentes territorios de España a lo largo de los siglos ha motivado la existencia de diferentes tipologías de propiedades especialmente adaptadas a las necesidades de una región concreta, como la masía catalana.
Al mismo tiempo, también han aparecido históricamente figuras jurídicas específicas para los grandes propietarios de tierras. En el caso de Catalunya, la institución más célebre en este sentido es la del Hereu.
El Hereu (heredero, en castellano) no es simplemente la persona receptora de una herencia, tal y como podría desprenderse de una traducción literal. En la tradición catalana, el Hereu es el descendiente que recibe la totalidad o la mayor parte del patrimonio familiar, siendo, generalmente, el hijo mayor. Las similitudes con el mayorazgo, muy habitual en Castilla hasta bien entrado el s. XIX, son evidentes.
La mayor diferencia, no obstante, es que el Hereu sigue estando reconocido en la legislación catalana con algunos matices (puede designarse un único heredero pero repartiendo un mínimo del 25% de los bienes entre el resto de descendientes, si los hubiera.)
Convertir al primogénito en el receptor de la herencia familiar supone establecer una continuidad jurídica dentro de la misma familia, con el objetivo de mantener la integridad del patrimonio acumulado.
La institución del Hereu está estrechamente ligada a la de la casa pairal, un tipo de propiedad de grandes dimensiones que permanece en manos de la misma familia generación tras generación.
Estructuralmente hablando, la casa pairal no presenta prácticamente ninguna diferencia respecto a una masía tradicional. Y junto con esta propiedad, la familia conserva también una importante porción de fincas rústicas y agrícolas.
Los historiadores han visto una continuidad entre esta particularidad de la legislación catalana y el principio de primogenitura que se encontraba ya en el derecho romano. Esta interpretación, bastante plausible, choca sin embargo con la circunstancia de que tanto el Hereu como la casa pairal son más habituales en el norte catalán, en la conocida como Catalunya Vella (mitad norte de Barcelona, norte de Lleida y Girona).
Así, otros investigadores conceden una mayor importancia a la influencia carolingia, que a su vez se basaba en el derecho romano.
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