Turismo rural en Burgos. Palacios y casas señoriales.

El encanto de la Comarca de las Merindades

El interior de la provincia de Burgos ofrece una peculiar combinación entre patrimonio arqueológico y paisajes de gran belleza.

Así, historia y naturaleza se dan la mano para deleite de los visitantes que se sumergen en estos enclaves. La Comarca de las Merindades es una de las más recomendables en este sentido.

Tomando como referencia el hotel con encanto que nos ocupa, la Comarca de las Merindades es el destino ideal para todo aquel que no solo desee desconectar de su rutina sino que también guste de conocer espacios únicos.

Arrancando con las visitas culturales, el Monasterio de Santa María de Río Seco es un punto de inicio imprescindible. No en vano, resulta difícil de imaginar que unas ruinas puedan resultar tan imponentes y bellas.

La estructura del recinto se mantiene en pie con los niveles de arcos de medio punto y el claustro como principales detalles. Por supuesto, la localidad de Frías en su conjunto es otra parada imprescindible.

Ni que decir tiene que los alicientes para desplazarse al presente palacio en venta se multiplican en rincones como Ojo Guareña. Y es que, hablamos de casi un centenar de kilómetros de frondosa vegetación, escarpadas colinas y galerías excavadas de manera natural en acantilados y faldas de montañas.

Además, la Ermita de San Tirso y San Bernabé también está incrustada dentro de una ladera, ofreciendo, quizá, la estampa más original de la zona.

Por supuesto, el espectacular Salto del Nervión es otra recomendación con vistas al turismo natural. La cascada presenta una altura de más de doscientos metros, con el Cañón de Delika como eterno compañero.

A estas alturas de la narración no resulta difícil ver en la Comarca de las Merindades el marco ideal para el turismo de interior. El atractivo de los alrededores se completa con las prestaciones del hotel con encanto en cuestión, levantado sobre un palacio de finales del s. XVI.

Intensa, pero respetuosamente restaurado en 2011, el complejo respondía originariamente al nombre de Palacio del Obispo Don Pedro Fernández de Temiño.

 Se sitúa en Merindad de Valdivieso y ofrece diez completas habitaciones, así como una amplísima cocina que garantiza el mejor servicio a los huéspedes.


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