Casas de pueblo y aldeas abandonadas. La España Vaciada

La España Vaciada une fuerzas en todo el país

Las catorce provincias más afectadas por la despoblación han decidió unir sus fuerzas de cara a las próximas elecciones. Detrás de esta iniciativa, cinco formaciones políticas que aspiran a extender su lucha por la equidad territorial más allá de sus fronteras provinciales.

Así es la nueva Federación de Partidos de la España Vaciada

Las próximas convocatorias electorales contarán con una nueva propuesta política: la Federación de Partidos de la España Vaciada.

En ella participan seis partidos (Aragón Existe, Soria ¡YA!, Cuenca Ahora, Jaén Merece Más y Teruel Existe) y catorce provincias (Soria, Burgos, Salamanca, León, Palencia, Valladolid, Toledo, Ciudad Real, La Rioja, Zaragoza, Teruel, Huesca, Cuenca y Jaén).

Diferentes propuestas políticas con un denominador común: afrontar de manera urgente el problema de la despoblación en España.

El reglamento básico de la Federación y su modo de funcionamiento ha sido recientemente consensuado, con la asignación de los órganos por los que se regirá la nueva formación.

En esencia, una coordinadora ejecutiva en la que se integre a una persona por cada partido/circunscripción provincial, un portavoz y una mesa de valores, respeto y garantías en la que se debatan las directrices a seguir.

Un paso adelante frente al olvido institucional

La despoblación no es el único problema al que se enfrenta esta nueva Federación de Partidos.

Junto a la España Vaciada subyace una problemática aún más preocupante: el abandono institucional.

Uno de los motivos por los que se ha presentado esta iniciativa es habilitar una herramienta política que facilite la puesta en marcha de medidas en las zonas más afectadas.

Si lo que se busca es implantar un nuevo modelo territorial, es necesaria la implicación de las instituciones a nivel estatal.

Otro aspecto importante es la información y la cooperación ciudadana.

La Federación plantea como uno de sus objetivos prioritarios dar más visibilidad a una problemática que debería estar por encima de las luchas partidistas y territoriales.

Con la coordinación de fuerzas también se producirá un aumento de financiación. Este es un aspecto clave para que la Federación pueda poner en marcha sus propuestas y hacer calar su mensaje en la sociedad.

En caso de obtener la suficiente representación en el Parlamento, sus reivindicaciones podrían al fin condicionar las políticas estatales y corregir estos desequilibrios internos que condenan al olvido a muchos de estos territorios.

Los problemas inmobiliarios de la España Vaciada

Las políticas de cambio que plantea la Federación deben abordarse desde varias perspectivas. La despoblación es un problema social y económico, pero también es un problema habitacional.

El desarrollo de estas poblaciones exige la habilitación de viviendas que puedan acoger a nuevas familias y trabajadores.

Sin embargo, un alto porcentaje de estas poblaciones no está aún preparado para esta transformación. Las transacciones inmobiliarias en el ámbito rural tienen su propio ritmo y no es comparable al de las grandes urbes.

Pese a que existen muchas casas rurales vacías, los propietarios son más reacios al alquiler o la venta de sus viviendas.

No existe una cultura inmobiliaria tan activa, por lo que establecerse en estas zonas puede resultar complicado.

El abandono de muchas de estas propiedades es un problema añadido.

Lo habitual es encontrarse con casas de pueblo que llevan varias décadas deshabitadas y que requieren de una reforma integral para su puesta en venta o en alquiler.

Con todo, estas condiciones abren nuevas perspectivas de inversión: el desarrollo económico de las zonas rurales vendrá vinculado a un cambio de mentalidad inmobiliaria.

Los pueblos y las aldeas olvidadas podrán tener una segunda oportunidad y los inversores un nuevo nicho de negocio con el que contribuir a esta transformación.


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