Bodegas, viñedos y enoturismo en Madrid.

Enoturismo en el centro de España, un mundo más amplio de lo que imaginas

El enoturismo es uno de los mayores reclamos de algunas zonas del interior de España pero, poco a poco, también ha ido llegando a las proximidades de las grandes ciudades. El caso más llamativo es el de Madrid, región que pocos suelen vincular con el cultivo de la vid a pesar de que la superficie dedicada a este menester aumenta año tras año.

Una positiva tendencia que lleva a muchos inversores a interesarse por las bodegas en venta más próximas a la capital española.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid y la Asociación Madrid Rutas del Vino han hecho un gran esfuerzo en los últimos años para potenciar las actividades lúdicas que pueden llevarse a cabo en las bodegas de la región.

Para ello, se ha dividido el mapa de la Comunidad de Madrid en cuatro grandes zonas de producción, cada una de las cuales cuenta con sus propias variedades.

Arganda cubre el sureste de la autonomía, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias hacen lo propio en el suroeste, mientras que El Molar es la principal área al norte de la capital.

¿De qué cifras de visitantes estamos hablando?

A nivel nacional, las actividades relacionadas con el enoturismo contaron con más de 3,2 millones de visitantes en 2017, cifra que supone un crecimiento del 170% en los últimos diez años.

 La Asociación Española de Ciudades del Vino cuantifica en 81 millones de euros el impacto económico de estas experiencias. Por consiguiente, el turismo comienza a convertirse en algo más que una simple fuente secundaria de ingresos para las bodegas en venta.