Venta cotos de caza en la Siberia extremeña. Badajoz.

Un coto de caza en la 'Siberia extremeña'

Extremadura es una de las autonomías españolas con menor índice de densidad de población, lo que equivale a decir que es una región con mucho espacio disponible y con un encanto muy especial.

Hoy ponemos el foco sobre la comarca conocida como la 'Siberia extremeña' y un coto de caza de grandes dimensiones.

La provincia de Badajoz presenta una serie de características que la convierten casi en un paraíso para los amantes de la caza mayor. La abundancia de especies que se corresponden con esta categoría, como los ciervos o los jabalíes, permiten la celebración de recurrentes batidas, así como la celebración de jornadas de caza para grupos reducidos.

Para que ello sea posible, la finca debería estar vallada y disponer del suficiente espacio como para que la emoción esté garantizada. Ambos requisitos se dan en el coto de caza en venta que nos ocupa, así como una serie de instalaciones para mayor comodidad de los participantes.

Sobre los interesantes motivos que llevan a los lugareños a conocer la zona de Puebla de Alcocer como la 'Siberia extremeña' o, simplemente, La Siberia, cabe destacar que no se trata de una denominación oficial sino popular.

Las duras condiciones climáticas que presentaba esta región desde antes incluso de la dominación romana llevaron a considerarla como un espacio un tanto inhóspito. El paso del tiempo matizó esta restrictiva interpretación y demostró que La Siberia tenía mucho que ofrecer, si bien su nombre ya no variaría. Hoy es la comarca más septentrional de la provincia de Badajoz.

En realidad, hablamos de una finca en venta cuyas posibilidades van mucho más allá de la actividad relacionada con el coto de caza. La utilidad agrícola de la propiedad está fuera de toda duda por las notables condiciones que se dan de cara al cultivo tanto de secano (especialmente, cereales) como de regadío (en menor proporción).

Los olivares también están generosamente presentes en las tierras en cuestión, pero tradicionalmente no se han destinado a la producción de aceite sino a la alimentación de las distintas especies animales. De hecho, esta peculiaridad de la finca contribuye a garantizar que toda la fauna allí representada ha sido criada sirviéndose de recursos 100% naturales.